Por Gustavo Veiga
De a poco y como si nadie lo hubiera advertido, la AFA o el Comité Ejecutivo de la AFA –responsable de administrar al fútbol argentino– empezó a transformarse en un polo de distintas expresiones políticas, casi todas ellas opositoras al gobierno nacional. Los clubes más poderosos fueron colonizados por funcionarios, sindicalistas, militantes y simpatizantes con demasiado poder y presencia en el PRO, la CGT que conduce Hugo Moyano y el radicalismo. También hay referentes del Frente Renovador de Sergio Massa en otras instituciones. O dirigentes provinciales que acompañan a Mauricio Macri en el orden nacional y que comienzan a aparecer en cargos relevantes. El Estado, propietario de los derechos televisivos del Fútbol para Todos, deberá lidiar en un año electoral con este espacio de voces críticas que, aun no siendo uniformes, pueden convertir a la AFA en una asociación ingobernable donde queda un puñado de directivos que integran el grondonismo residual.Ver mas