La historia es un terreno en
disputa. Los hechos, los nombres, los criterios, son campos de lucha para una
sociedad que reconstruye su identidad nacional a través de la historia oficial
pero también del relato popular y la memoria colectiva. Por eso la dictadura
cívico-militar acuñó con tanta frialdad este concepto de desaparecido: “No
están ni vivos ni muertos, están desaparecidos” decía muy suelto el asesino que
asaltó el poder el 1976 y que, gracias a una política estatal de Derechos Humanos y a los que nunca
bajaron los brazos, murió en la cárcel, pagando su condena judicial.
Por esto mismo es que resulta de
vital importancia la reparación histórica que se llevó a cabo en el Instituto
Superior de Educación Física Nª 1 “Romero Brest” de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires durante el mes de octubre de este año. Por impulso de lxs
estudiantes y un grupo de profesorxs, el consejo directivo aprobó que se
inicien las gestiones para cambiar la situación de revista de la Profesora Leonor Rosario Landaburu Zavaleta de Catnich más conocida
como “Noni”. Aunque parezca increíble, en el legajo de la docente en el
Romero, aún figuraba como “AUSENTE”, por
no haberse reintegrado al finalizar la licencia por embarazo que tomó el 11 de
agosto de 1977. Esta falacia administrativa ocultaba él terrible hecho de que
la profesora de psicología y filosofía del ISEF había sido secuestrada el 31 de
agosto de ese mismo año en horas de la noche en su domicilio de Caseros (Prov.
De Bs.As.) por un grupo de tareas del
gobierno represor. Nunca más se encontró su cuerpo ni se supo que pasó con el
niño que llevaba en su vientre.
Tuvieron
que pasar muchos años para que esta injusticia se pudiera revertir aunque sea
simbólicamente cambiando en su legajo el “AUSENTE” por el de “DESAPARECIDA”, y
como no podía ser de otra manera, la memoria de la profesora fue recuperada por
lxs jóvenes. Esxs jóvenes nacidos en democracia que aprendieron de las Madres y
de las Abuelas que un pueblo sin memoria es un pueblo frágil, manoseable, que
mantener viva la memoria es una forma de hacer justicia y al mismo tiempo una
oportunidad para mover las estructuras conservadoras, individualistas y
discriminatorias que aún siguen presentes en algunas instituciones.
Pero
la comunidad educativa del Romero no se quedó ahí y en un contexto donde la
identidad colectiva resiste a los embates de los negociados inmobiliarios del
gobierno porteño, lxs docentes decidieron nombrar a la sala de profesores con
el nombre de la colega puntana que llegó a la ciudad de Buenos Aires escapando
de la persecución de los genocidas que en él 76 habían asesinado a su hermana y
que luego se la llevarían a ella y a su bebe,
y que durante su breve recorrido en él ISEF logró dejar una huella en sus compañeros y
estudiantes.
Con la
memoria viva de nuestros compañeros y compañeras docentes desaparecidos, con la
energía de la juventud que resiste un nuevo intento de traslado y con la mirada
puesta en las luchas que vendrán, hoy y siempre, la comunidad del Romero Brest
gritamos: 30 mil compañeros detenidos desaparecidos… PRESENTES AHORA Y
SIEMPRE!!!
Nahuel Maciel
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